MODULOS DE SALUD
DIABETES
La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el páncreas no puede fabricar insulina suficiente o cuando ésta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo.
Dicho de otra forma, la diabetes es aquella situación en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados. A la cantidad de glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia.
Normoglucemia: son los valores normales de glucosa en sangre. En ayunas, es de entre 70 y 110 mg/dl. El nivel de glucemia después del ayuno nocturno se llama glucosa basal.
Hiperglucemia: son los valores altos de glucosa en sangre, superiores a 110 mg/dl en ayunas.
El diagnostico de diabetes sólo lo puede confirmar un médico.
Todas las células del cuerpo necesitan energía para estar en activo, mantener las funciones vitales (como el latido cardíaco, movimientos digestivos, respiración...) y además mantener la temperatura corporal y los movimientos musculares. La glucosa es la principal fuente de energía para el cuerpo humano, como la gasolina lo es para mantener el motor del automóvil en marcha.
Para entrar dentro de las células y ser utilizada como energía, la glucosa necesita la mediación de la insulina. La insulina es como la llave que, encajada en la cerradura, abre la puerta de las células. El cerebro y las células del tejido nervioso son las únicas de todo el cuerpo que reciben glucosa directamente del torrente sanguíneo sin la mediación de la insulina. La glucosa es, en este caso, la única fuente de energía.
¿Cómo se diagnostica la diabetes?
La hiperglucemia o elevación de los niveles de azúcar en sangre es la responsable directa de los síntomas típicos de la diabetes. De ahí que sea importante conocerlos para facilitar su diagnóstico:
- Necesidad de orinar con mucha frecuencia, también llamada poliuria.
- Tener mucha sed: polidipsia.
- Tener mucha hambre: polifagia.
También suele aparecer debilidad, pérdida de peso y molestias digestivas. No obstante, la diabetes mellitus tipo 2 puede no presentar síntomas durante años y diagnosticarse por un análisis de forma casual.
¿Cuál es el nivel de glucosa normal?
Se habla de prediabetes cuando existe una elevación de los niveles de glucosa en sangre, pero ésta no alcanza el mínimo para considerarse diabetes.
Se da en dos situaciones que son factores de riesgo de aparición de diabetes y de enfermedades cardiovasculares:
- Cuando los niveles de glucosa en ayunas están entre 100 y 125 mg/dl.
- Cuando dos horas después del test de sobrecarga oral a la glucosa los niveles de glucemia están entre 140 y 199 mg/dl.
Por debajo de estos niveles, no hay diabetes.
¿Qué es y para qué sirve la insulina?
La insulina es una hormona del aparato digestivo que tiene la misión de facilitar que la glucosa que circula en la sangre penetre en las células y sea aprovechada como energía.
La insulina se produce en el páncreas, concretamente en las células beta pancreáticas.
El páncreas es una glándula situada detrás del estomago, al mismo nivel que el hígado, pero en la parte izquierda de la cintura. Cuando se empiezan a comer alimentos que contienen hidratos de carbono, se activan unos sensores y el páncreas empieza a producir insulina que libera directamente a la sangre.
Para que la insulina sea efectiva deben cumplirse dos condiciones:
1. Que el páncreas segregue insulina en cantidad suficiente
2. Que las células la identifiquen y permitan su acción.
El páncreas, entre otras sustancias, segrega la insulina y también el glucagón. El glucagón es otra hormona que tiene el efecto exactamente contrario al de la insulina. Es hiperglucemiante (hace subir los niveles de glucosa en la sangre)
Factores que intervienen en el buen control de la diabetes
De todos los factores que influyen en el buen o mal control de la diabetes, hoy por hoy es aún imposible actuar sobre algunos, pero existen otros factores que son modificables. El controlarlos está en sus manos.
Los que no se pueden modificar son:
- Resistencia celular a la insulina
- Reserva pancreática
- Herencia genética
- Factor inmunitario
Los que sí se pueden modificar según el esfuerzo personal son:
- Normopeso / Sobrepeso / Obesidad
- Ejercicio regular diario
- Control de la dieta (control de los alimentos ricos en hidratos de carbono)
- Regularidad en los horarios
- Número de inyecciones de insulina al día
- Número de controles de glucemia capilar al día
- Consumo de tabaco
- Observar las medidas de higiene como prevención
- (cuidado de los pies, higiene bucal, revisiones ginecológicas...)
Además de controlar, lo mejor es prevenir
- Para optimizar el efecto de la insulina y evitar hipoglucemias hay que adaptar los horarios de las comidas y los horarios de inyección, y también hay que respetar los intervalos entre cada comida.
- Programar el menú de cada día, seleccionando los alimentos que se van a consumir y repartiendo según sea el desayuno, comida, merienda, cena o el tentempié de la noche, los alimentos que contienen hidratos de carbono en las cantidades adecuadas.
- Si se va ha hacer un esfuerzo físico superior al habitual, lo mejor es tomar un alimento rico en hidratos de carbono complementario, antes del ejercicio físico.
- Estar informado permite tomar decisiones. Es muy recomendable hacerse los autoanálisis regularmente.
- Anotar los resultados de los autoanálisis permite tener a la vista y de forma "panorámica" cómo está siendo el control glucémico.
- Tener conocimientos sobre la dieta, los alimentos y su composición, así como la manera de combinarlos, es fundamental.
Tratamiento de la diabetes
En el caso de la diabetes de tipo 1, el tratamiento es siempre la administración de insulina de por vida.
En la diabetes tipo 2, en general, se puede empezar por un programa de dieta y ejercicio cardiosaludables. Si esto no basta, es posible que el médico recomiende tomar antidiabéticos orales. Cuando los fármacos tampoco son suficientes, será necesario añadir insulina.
Dieta cardiosaludable
La ingesta de grasas saturadas ha de ser inferior al 7% del total de calorías.
El aceite de oliva tiene que ser la grasa predominante.
Disminuir o eliminar las grasas de origen animal: mantequilla, crema de leche, tocino, etc. Es preferible sustituirlas por el consumo de pescado.
Las carnes, pescados y huevos son ricos en proteínas y también contienen grasas, pero no hidratos de carbono.
Es mejor comer poco y varias veces al día, evitando comidas copiosas y los azúcares de absorción rápida que elevan bruscamente los niveles de glucosa en la sangre.
Ejercicio cardiosaludable
La actividad física controla los niveles de glucemia en sangre, reduce el sobrepeso, mejora la calidad de vida del paciente y evita las posibles complicaciones que puedan surgir por el desarrollo de la enfermedad. El ejercicio físico ideal para la mayoría de los diabéticos es caminar, correr o montar en bicicleta. En caso de neuropatía o pie diabético, evitar ejercicios con riesgo de traumatismo.
Antidiabéticos orales
Sólo son útiles en la diabetes tipo 2. Cuando con la alimentación y el ejercicio no es suficiente para controlar este tipo de diabetes, se recurre a diferentes fármacos que ayudan a que el páncreas produzca más insulina o a que actúe mejor la que produce por sí mismo.
Insulina
Es el pilar del tratamiento de la diabetes tipo 1, pero también forma parte del tratamiento de la diabetes tipo 2. La insulina se debe administrar mediante una inyección subcutánea. Existen diferentes tipos de insulina que se diferencian fundamentalmente en el tiempo que tardan en hacer efecto y su duración (ultrarrápida, rápida, intermedia y lenta).
Con las diferentes pautas y tipos de insulina se intenta imitar lo que hace un páncreas de una persona sin diabetes. Las insulinas rápida y ultrarrápida se utilizan en cada comida para imitar el pico de insulina que produce el páncreas y asimilar los nutrientes ingeridos. Las insulinas lentas y ultralentas intentan imitar la secreción basal del páncreas (es la insulina que produce entre comidas o por la noche para mantener estables los niveles de glucosa en sangre).
El contenido de esta página es de información general y en ningún caso debe sustituir el tratamiento ni las recomendaciones de su médico.
Fuentes: Fundación del Corazón, Fundación Diabetes